viernes, 7 de enero de 2011

Encaminadas



Hace un año dejaba constancia aquí del difícil trago de la separación. Quería ponerle palabras a una sensación inexplicable, para que no quede en el olvido, para que no exista una laguna en ésta historia familiar que empezamos a escribir un 25 de febrero de hace casi dos años ya y que llevaba otros tantos en el anonimato; quería, por tanto, mirar a los problemas a la cara y dentro de lo complicado darle a nuestra hija un "ejemplo" de valentía y madurez.

El año 2010 nos pilló en muchos momentos como el que se ve en la foto, no sabíamos si estábamos amaneciendo o atardeciendo...a veces parecía que íbamos para atrás, otras que avanzábamos firmes.
Como decía en el post anterior, me alegra que pasemos a otro año, me alegra imaginarme que tenemos por delante otras 365 oportunidades de hacerlo mejor. Obviamente nada es magia, hay que seguir laburando.

Se van gestando mogollón de cambios por el Abrazo Gigante, ambas madres han decidido probar suerte de nuevo y se han mudado con sus respectivas, se termina la época de trabajo para una y sigue a full para la otra, cambios en las familias de las dos, sanas convulsiones para sacudirse el bocho de historias pasadas y putrefactas, terapias, mudanzas, cambio de guarde inminente para acomodarnos a la nueva situación geográfica, bicicletas como medio de trasporte y un poco de ejercicio...un coctel excelente para celebrar la llegada del 11, que sin duda esperamos que sea nuestro año y el de mucha gente.

Esta mañana hemos tomado unos mates con Bego en casa, teníamos algo muy importante que hacer. Nos sentamos en el salón, charlamos sobre nuestra hija, nos reímos y hasta lloramos un pelín de emoción, somos así, madres enamoradas, además estaba allí, sobre la mesa, nuestro divorcio redactado, listo para firmar...y la parte "linda" y tranquilizadora: 3 folios sobre nuestra propuesta de CUSTODIA COMPARTIDA. Leímos despacio para cerciorarnos que el abogado conjunto nos hubiese entendido bien, bromeamos sobre si deberíamos hacer fotos de ese momento, y sonreímos...firmamos..."la hija nacida de nuestro matrimonio" gozará de ambas progenitoras a tiempos iguales si el juez tiene a bien ratificarlo en los 20 próximos días.

Nuevo brindis!

Muack!